Despedida de Delegados grupo completo

Una oportunidad única en la escena británica 

Deiby Fonseca es gestor cultural y productor escénico venezolano. Desde Caracas, Venezuela ha dedicado su carrera a impulsar proyectos que conectan el arte escénico con la transformación social, buscando siempre que la creación artística dialogue con la realidad de su comunidad.  

En 2025, fue seleccionado por el British Council para participar en el Edinburgh International Performing Arts Delegation (IPAD 2025), dentro del programa Culture Connects. Esta iniciativa reunió a profesionales de distintos países para vivir de cerca la escena británica durante un momento único del año: la coincidencia del Edinburgh Fringe Festival y el Edinburgh International Festival, del 15 al 20 de agosto.  
Lo que parecía ser una oportunidad de aprendizaje y observación se convirtió en una experiencia transformadora, que amplió su visión sobre la creación artística y la gestión de festivales a nivel global. 
  

Edimburgo: una ciudad que respira arte 

Al llegar, Deiby se encontró con una ciudad donde cada calle, cada teatro y cada rincón vibra con creatividad. Según sus palabras, es la atmósfera que cualquier persona dedicada a las artes escénicas desea encontrar: una fiesta creativa que grita teatro por todos lados.  

El alto nivel, la diversidad de propuestas y el flujo constante de artistas y público lo impactaron. Ver cómo el arte congrega a tanta gente le hizo pensar que todos los que se dedican a este oficio merecen ese reconocimiento y esa fuerza colectiva que allí se siente. Durante estos días, Deiby vivió la ciudad como un ecosistema creativo, donde cada encuentro y cada espectáculo eran oportunidades para aprender, reflexionar y replantear su propia práctica artística. 

Durante su estadía, asistió a más de 22 espectáculos, cada uno con enseñanzas distintas. Entre ellos, destaca el musical Jaffa Cake, una ingeniosa parodia creada con pocos recursos, que le recordó el poder del ingenio creativo; Nowhere, un montaje técnico que lo hizo viajar junto al actor; Consumed, una historia íntima de una familia en crisis que conecta profundamente con la realidad venezolana; y The Nature of Forgetting, un recorrido por la memoria y la pérdida que lo conmovió. Cada obra lo empujaba a pensar cómo seguir creando en Venezuela y a imaginar lo imposible. 

Más allá de los espectáculos, Deiby destacó el valor del intercambio con otros gestores culturales. Conversar con promotores y productores de distintos países le enseñó que, aunque los contextos sean distintos, los desafíos son similares. Según él, no somos tan distintos; el arte se hace con amigos, con gente que comparte el deseo de construir algo mejor. Estas conexiones no solo le dieron nuevas perspectivas, sino que también abrieron la puerta a futuras colaboraciones internacionales. 

Traer la inspiración a casa 

De regreso en Venezuela, Deiby llegó con tres proyectos que quiere materializar: la adaptación de Consumed al español, que refleja la familia venezolana contemporánea; Small Town Boys, una obra de danza contemporánea que sensibiliza sobre la epidemia del VIH con talento local; y Last Rites, una pieza inclusiva en lenguaje de señas que promueve la conciencia sobre el teatro accesible. Para él, estos proyectos son oportunidades para reflejarnos, cuestionarnos y transformar realidades desde el arte. 

IPAD 2025 le enseñó a atreverse más en la creación, a mirar más allá de las fronteras y a entender que el arte no tiene límites. Hoy, Deiby Fonseca regresa con ideas y conexiones que inspiran futuros proyectos, reafirmando la importancia de crear oportunidades para que más personas accedan a experiencias culturales internacionales, fortalezcan sus capacidades y generen impacto en sus comunidades y territorios. Como él mismo expresa: “Conocer lo que están haciendo otros es una necesaria invitación a creer que podemos ir siempre mucho más allá de lo que imaginamos y que el arte no tiene un límite.”  

Su historia nos recuerda que, cuando se abren ventanas al intercambio cultural, se transforma no solo una carrera, sino también los ecosistemas creativos que la rodean.  

Paseo con Delegadas de Filipinas